Cómo debemos pensar cuando el proyecto es un gran formato
Por: Corey Barker | Fuente: LAYERS MAGAZINE | Duckfeet Newsletter
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C
uando vamos a diseñar un trabajo en gran formato, debemos pensar de un modo diferente. Las reglas tradicionales de la dimensión de archivo y la resolución estándar utilizado en la impresión convencional no se aplican necesariamente. Cuando con los métodos tradicionales de impresión debemos trabajar en la gama de 300 ppp (puntos por pulgada), en gran formato, básicamente pensando completamente al revés. Aquí es donde un número de diseñadores de impresión tradicionales y los editores de escritorio se encuentran en un territorio desconocido. Hay una idea errónea de que los archivos más grandes necesitan más resolución de la impresión normales empleos a esto simplemente no es cierto. Debemos tener en cuenta todo lo siguiente para impresiones realmente grandes.
El ojo juega su parte
Cuando estás empezando un proyecto en gran formato, la primer cosa que hay que tener en cuenta es cómo te metiste en este lío (es broma!) No, lo primero que se debe considerar es la distancia de la visión, que es quizás el aspecto más crítico de cómo va a ser el armado y preparación de tu archivo. Hace varios años, cuando trabajaba en gran formato, esta era siempre una de las primeras preguntas que le hacía al cliente. Así que vamos a considerar el aspecto de la "distancia de la visión" por un momento.
El ojo humano es una pieza curiosa y fascinante de la biología: quizás uno de nuestros más sofisticada y, al mismo tiempo, uno de nuestros órganos más deficientes. Esto se debe a que el ojo humano es engañado fácilmente, sobre todo cuando se trata de ver "color y tonos". Imaginate el arco iris, por ejemplo: Cuando ves un arco iris en el cielo, no está ahí realmente. La niebla en el aire de una tormenta se está alterando la luz que pasa a través de ella (como un prisma), que a su vez genera un espectro visible. Pero aquí viene lo bueno: Es sólo visible para el sistema visual de ser humano, que puede detectar las longitudes de onda de luz esporádicos y generar el arco iris multicolor que todos conocemos. El punto es que nuestro sistema visual es responsable de reunir la información con la que nos encontramos en el camino y procesarla para la reconstrucción de lo que nuestro cerebro dice que vemos. Todo lo que vemos en el mundo no es más que la luz reflejada o transmitida. La dimensión y el color de los objetos es el resultado de la variación de las longitudes de onda de luz que entran al ojo.
Sin embargo, los detalles se pierden en un objeto visto a gran distancia, ya que, como su ángulo de visión a ese objeto se hace más estrecho, el ojo no puede distinguirlos, y simplemente los agrupa. La ciencia de la proyección de imagen de gran formato explota este fenómeno visual para lograr su aparente claridad.
Digamos que estás manejando por la autopista y ves un cartel con una foto, aparentemente, de alta calidad. Es posible que te sorprendas si estuvieses a sólo 1 metro de distancia de la cartelera, porque verías que la imagen se compone de muy grandes puntos dispersos y la imagen, en sí, es apenas distinguible. Sin embargo, desde 15 metros o más, te parece nítido y colorido. ¿Por qué pasa esto? Es porque la claridad de esta imagen se basa en las funciones del sistema visual humano. Cuanto más lejos estamos, más estrecho es nuestro ángulo de visión de la imagen, entonces nuestro sistema visual comienza a combinar los puntos, lo que resulta en una imagen nítida y de alta definición para nuestro cerebro. Por el contrario, a medida que nos acercamos a una imagen, podemos ver más detalles y los puntos que forman la imagen se vuelven visibles. Así que mientras más cerca lo veas, vas a necesitar más resolución o puntos por pulgada (ppp) para que la imagen aparezca nítida y colorida.
Probalo vos mismo: Cuando estés en la calle, tratá de acercarte lo más posible a una imagen, inspeccioná las letras y examiná la calidad. Lo más probable es que no se vea muy bien. Ahora, pasá con tu auto o sólo desde la distancia y vas a ver algo completamente distinto, va a cambiar hasta la percepción de los colores. En pocas palabras, la resolución percibida disminuye cuanto más cerca estamos, y aumenta a medida que nos alejamos.
Entonces, es fundamental que el diseñador de gran formato tenga en cuenta el sistema visual humano. Cuando estás en zonas densamente pobladas (grandes ciudades), tenés que tomar un buen vistazo a las carteles publicitarios, en los colectivos y los edificios, y pensar en dónde se encuentran. El artista que lo diseñó, consideró la ubicación y configuró el archivo en consecuencia. Si una gran impresión mural está a nivel del ojo, entonces tuvo que salir con una resolución mayor que, por ejemplo, una cartel publicitario a 30 metros de altura. Sin embargo, de alguna manera ambos tienen la misma nitidez y detalle. Esa es la particular e imperfecto forma de trabajar del ojo humano.
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